domingo, 28 de septiembre de 2014

Dia mundial de la rabia

 
El Día Mundial de la Rabia (World Rabies Day) se celebra todos los años el 28 de Septiembre. Tiene por objeto insistir en las consecuencias de la rabia humana y animal y explicar los medios para prevenir y atajar la enfermedad combatiéndola en los animales.

             Entre los organizadores se cuentan la Alianza por el Control de la Rabia (ARC), asociaciones de estudiantes de veterinaria, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, universidades, asociaciones profesionales de médicos y veterinarios, y grupos comunitarios a nivel local en todo el mundo.
           Queremos aportar desde Murciélagos y Más algo de luz sobre la rabia y los murciélagos.



           La rabia es causada por al menos doce diferentes virus del género Lyssavirus, que se engloba dentro de la familia Rhabdoviridae.
            La rabia clásica o selvática (RABV) o serotipo 1 infecta a mamíferos terrestres no voladores de todo el planeta más a los murciélagos del continente americano. Este es el patógeno que causa prácticamente todos los casos humanos de rabia en el mundo. Unos pocos mamíferos terrestres africanos han sido encontrados con infecciones por otro Lyssavirus diferente: el virus Mokola (MOKV)(serotipo 3).
            Los hospedadores del resto de Lyssavirus son murciélagos no americanos:
En África:
 - Lagos Bat Virus (LBV) (serotipo 2)
 - Duvenhage virus (DUVV) (serotipo 4)
En Australia:
 - Australian Bat Virus (ABV) (propuesto como genotipo 7)
En Europa:
 - European Bat Virus tipo 1(EBV1) y
 - European Bat Virus tipo 2(EBV2).
- Lleida Bat Virus (LLEBV)

 Los dos tipos europeos no están estrechamente vinculados filogenéticamente, siendo el EBV1 más cercano al DUVV (uno de los africanos) mientras que el EBV2 está más próximo a la rabia clásica.

El tipo 1 es portado por dos especies de murciélago hortelano: Eptesicus serotinus y E. isabellinus, mientras que el tipo dos está vinculado a especies del género Myotis: M. dasycneme y M. daubentonii.
LLEBV parece ser específico de Miniopterus schreibersii.

Se han encontrado en Europa más de 500 murciélagos infectados desde que se descubrió el primer caso en los años 50 del siglo pasado. El 95% de los correctamente identificados se correspondía con murciélagos hortelanos (Eptesicus isabellinus y E. serotinus), presumiblemente infectados con EBV1.

Sin embargo ha sido el virus EBV2, a través de un murciélago ribereño (Myotis daubentonii) el responsable de los dos únicos registros del fallecimiento de humanos en Europa occidental. Se trataba en ambos casos de profesionales que trabajaban con murciélagos, habían sido mordidos en muchas ocasiones y no estaban vacunados.
En España ningún murciélago ribereño ha dado positivo a la rabia.

Para que pudiéramos tener un problema con rabia de murciélagos en España tendrían que darse muchas desafortunadas coincidencias:
- Tenemos que encontrar un murciélago en el suelo (nunca nos van a atacar, la única posibilidad de que nos muerdan es que los cojamos nosotros). Piense el lector cuantas veces se ha visto en esta tesitura y compárelo con las veces en las que se ha encontrado con un perro, por ejemplo.
- Solamente tres de las 34 especies de murciélagos que hay en España son portadoras esporádicas del virus. El murciélago que nos hayamos encontrado tiene que ser precisamente de una de esas tres especies. Imaginando que fuese igual de fácil encontrarse con todas ellas, de cada 34 veces que nos encontrásemos un murciélago, sólo en tres estaríamos ante una especie de riesgo.
- Tiene que tener la rabia.
- Tiene que mordernos.
- Tiene que tener el virus en la saliva. (Aunque esté enfermo, si el virus en ese momento sólo está en su sistema nervioso, no nos transmitirá la enfermedad por mucho que nos muerda).
- Y finalmente tiene que superar nuestro sistema inmune. La rabia de murciélagos parece ser mucho menos agresiva que la clásica.

En cualquier caso, si nos muerde un murciélago se debe recoger el animal para que sea estudiado y acudir a nuestro centro de salud a que valoren si sería prudente poner una vacuna post-exposición.
Esta vacuna actualmente es muy poco molesta: un pinchazo en el brazo con unas dosis de recuerdo más adelante.


Artículos relacionados:

Echevarría, J.E., A.Avellón, J. Juste, M.Vera & C. Ibáñez. 2001.
Screening on Active Lyssavirus Infection in Wild Bat Populations by
Viral RNA Detection on Oropharyngeal Swabs. Journal of Clinical
Microbiology, 39(10):3678-3683
Download at:
http://jcm.asm.org/content/39/10/3678.full.pdf

Pérez-Jordá, J. L., C. Ibáñez, M. Muñoz-Cervera, and A. Téllez. 1995.
Lyssavirus
in Eptesicus serotinus (Chiroptera, Vespertilionidae). J. Wildl. Dis.
31:372–377

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